Rooted in Ernst Kapp’s notion of organ projection —the idea that tools and technologies emerge as unconscious extensions of the human body— Die organprojektion II operates as a speculative organ: a suspended anatomy through which externalized matter reveals interior logics. In this soft-mechanical installation, prosthetic tissue, blown glass, and circulatory fluids converge into a humid body-in-process, caught between pre-life and metamorphosis.
Oscillating between the gestational and the surgical, the installation evokes an ecosystem of acephalous entities—semi-formed beings suspended in a choreography of mutation. Their bodies bear traces of interrupted procedures: limbs half-severed, structures tentatively sutured, organs that propose function without fulfilling it. At the center, a larger cyclic form circulates opaque fluid in continuous motion—neither beginning nor end—recalling lunar rhythms and the metabolic pulse of self-altering systems.
Here, repair is not a return to origin, but a speculative act of continuity: assembling bodies that metabolize instability, that vibrate at the edge of meaning. Becerra’s postnatural sensibility privileges porousness over precision, proposing prosthetics not as corrections, but as co-inhabitants—surfaces of contact for what resists categorization.
In the context of Tecnopoiesis, the work proposes a rupture from binary logics—human/machine, self/other, tool/body. It becomes a speculative prosthesis for an ontological shift: a translucent organ that does not reveal function, but invites relation. This is not a machine of precision, but a host for liminal life—its pulses echoing the possibility of cohabiting otherwise.









(ES)
Die organprojektion II en exhibicion grupal Tecnopoiesis en Casa Nacional del Bicentenario
Una nueva superficie de contacto posthumana donde se ponen en escena otras construcciones posibles de lo real -sintéticas e inestables- se alza a partir de la reivindicación del saber técnico. Mediante herramientas tecnológicas duras y blandas -desde el entrenamiento de modelos de IA hasta la costura y la manipulación de materia en tensión- los artistas de Tecnopoiesis, el acto final del programa Intra|acciones: cruces posthumanistas en el arte contemporáneo, alcanzan la instancia más elevada de la técnica: la creación artística.
El saber hacer se enraiza en la obra de arte, autónoma y enigmática. Al entrar en relación con el observador mediante la experiencia estética, irrumpe el desocultamiento. Lo latente, lo que estaba aguardando a ser desvelado, se trae al presente; se pone ahí delante en la emergencia de la apertura del ser en lo ente. Hay ruptura. Lo cotidiano entra en conflicto. Lo impensado se torna evidente, casi familiar. Quien observa se vuelve uno con la pieza y, en ese devenir sujeto|objeto se impone, por un momento, la verdad del mundo y de sí mismo en relación con él.
En ese doble despertar que asalta al artista en el acto de crear y al visitante en la fiebre del observar, en ese "ser ahí", donde lo claro se pone sobre lo oscuro y donde todo es a uno lo que uno es a todo, se alza la posibilidad de imaginar otro horizonte posible en el que humanos, animales, plantas, máquinas, sistemas cibernéticos y microorganismos encuentren el equilibrio en una plataforma posdualista que nos impulse a intra|actuar con lo viviente.
Curaduría: Agustina Rinaldi